Muchas eran las dudas sobre el equipo merengue, tras el correctivo sufrido en la noche del lunes en territorio culé, y el Valencia no era un débil rival al que golear precisamente. El propio Mourinho sabía que todo el trabajo anterior había sido borrado con una derrota en Can Barça, y por eso quería continuar con su buena racha de partidos sin perder.
Al comenzar el encuentro se vio como el Valencia supo plantarse en el Bernabéu con un buen planteamiento de no defensa, con lo que se veían ocasiones por parte de las dos escuadras, si bien el Madrid siempre fue superior en las estadísticas atacantes, aspecto que no supo traducir en el marcador durante la primera parte.
Al comenzar la segunda, una de las jugadas más polémicas: el valencianista Albelda corta un balón con el hombro, que desde el punto de vista del colegiado es interrupción del juego y amarilla para el jugador ché. Como ésta era la segunda, el Valencia se quedaba con 10, y eso lo aprovechó la pegada madridista, o mejor dicho, Cristiano Ronaldo, que materializó dos goles de jugador perfecto. El primero supone la cabalgada hasta plantarse por la parte izquierda de la portería del tercer guardameta valencianista, y fusilarlo sin mayores problemas. Imparable, pero si hubiera ido más suave también hubiera entrado, dado que el portero ché se mostró muy inseguro durante su debut en la liga BBVA. El segundo gol de Ronaldo no tiene palabras: tras plantarse en el borde del área, encara a Ricardo Costa, al que le hace un lío con las bicicletas, y esto le hace quedarse solo otra vez, en esta ocasión para batir por el palo izquierdo la portería visitante.
El Valencia protestó de manera lógica la expulsión de Albelda, y podrá recurrir, ya que se observa perfectamente como no llega a tocar ni siquiera con el brazo.
El Real Madrid, a seguir a la caza, que se prevee interminable, del equipo intratable, el FC Barcelona
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