La U.D. sigue sin saber lo que es perder, pero este empate sabe a muy poco.
Se vio nuevamente el “jogo bonito” que esta nueva ornada de futbolistas canarios, nos regala cada fin de semana, mas como un esfuerzo que tengan que hacer, como su propia manera de hacer futbol, su propia técnica, su propia filosofía sobre el campo, en los primeros compases del partido, ambas escuadras se iban asentando sobre el campo, mientras la U.D. Las Palmas tocaba y tocaba, el Real Betis llegaba a las inmediaciones del marco protegido por Barbosa en los contragolpes.
En la primera parte en una de las llegadas de Guayre al área Betica, este solo ante el portero, da un pase hacia atrás para Jonathan Viera, que la empujo de manera precisa al fondo de las mallas, casi 25.000 gargantas hacían rugir al Estadio de Gran Canaria que como al equipo que aloja en sus entrañas, esta teniendo una etapa dulce, así se llego al final de la primera parte con un gol de ventaja sobre el equipo andaluz, y con la sensación de que este partido no se les escaparía.
En el segundo tiempo el Betis recordaba por que hasta ese momento era el líder de la liga Adelante y empato por medio de Ezequiel, la U.D. se quedo visiblemente afectada, pero desde la grada la afición amarilla que acudió en masa a ver a su equipo no dejo de animar, así se volvió a recuperar el control del partido, se expulsa a Emana que después de haber recibido una tarjeta amarilla por un lance del partido, se queja insistentemente de otra jugada y ve la roja, fue tiempo después cuando Rubén Castro, abucheado durante todo el partido, se aprovecha de una falta de entendimiento entre Barbosa y David García y marca el 1-2 que daban los 3 puntos al Betis.
El partido ya parecía visto para sentencia, Jeméz hacia cambios Josico abandonaba el terreno de juego por Pollo, Guayre salía por Armiche, mientras que Dani Carril abandonaba el verde para que entrara en el mismo Sergio Suárez, habían varias internadas de los jugadores amarillos en el área verdi blanca, pero con poca fortuna, todos pensábamos ya que se había perdido, pero seguíamos con nuestra filosofía intacta, jugar mover la pelota, jugar practico y bonito, que no siempre se gana, pero en el minuto 92 Sergio Suárez pide el balón, solo se le ve mirando a las mallas que defiende Goitia, con unos ojos que convencen hasta al mas escéptico, tanto fue así que su disparo acabo en gol como no podía ser de otra manera, pero observando el tiro uno piensa que el balón entro mas por convicción que por otra cosa, y es que esa convicción, esa entrega hasta el final, hacen que esta U.D. Las Palmas siga estando invicta, ahora la cuenta pendiente es volver a sumar de tres en tres, el próximo encuentro será igual de complicado, pero con esta filosofía de juego, lo mas probable es que terminen preocupándose los otros, los que no tengan una idea clara de cómo jugar al futbol.
Adolfo Ibáñez.
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